Como os decía en el anterior post, hubo un día en el que las mujeres me amaban. Y lo que es mejor, se enamoraban de mí. Iba a entrecomillar la palabra enamorar, pero no quería humillarme antes de que lo hicieseis vosotros. Era una época especial en mi vida; cada mañana salía a la ventana, miraba al cielo y él me miraba a mí(era un instante breve, pero era intenso), el viento me daba en la cara y agradecía al dios AMON la grandeza de mi persona, obtenida después de sacrificar a cinco vírgenes y una vaca violeta y blanca, como la de Milka, en su nombre. Mi voz era sensual y mis rasgos físicos definidos, duros, agresivos, en una palabra, atractivos. Era capaz de levantar 1000kgs. con una sola mano mientras cantaba una hermosa canción asturiana como si de el mejor tenor se tratase. La canción decía algo así como: "Ahí arriba en aquel monte, ay lelelelo, ay lelelalo, hay una vaca morida...". Mis vecinos y vecinas se peleaban porque les diese un poco de azucar, sal o lo que realmente venían buscando, un buen repaso. Así era yo. Lo que ahora llamais un mega-super-cachondo. Ahora soy un simple hondo.
Todo aconteció hace unos dos años y pico. Corría(en el sentido menos sexual de la palabra) el año 2004. Yo cursaba mi quinto año de carrera y un tal Gozaga había escrito un guión para representar en una estelar obra de teatro en el inefable San Francisco Javier. El propio Gonzaga, creador-director-productor de la obra, me había reservado un papel perfecto para mí. Un periodista(que curioso) de los años 20, Foster Frings, mujeriego y borracho, gran amigo de Richard Larkin, galán perdedor protagonista de la obra, personaje típico en la obra gonzaguesca. Era, como decimos en el mundillo, un caramelito. Llegando al día de la representación comenzamos a perfilar el personaje, a darle los toques definitivos: una gorra y unos tirantes.
La obra se representó, fué un éxito de crítica y público...ay(leer como un suspiro), el público. Ahí estaba ella. Mujer desconocida sumergida en la oscuridad de las butacas. Ella, como tantas otras, quedó prendada de mí. Pero ella hizo algo diferente. No se acercó a mí y me dijo: "Jo, tío, me has encantado. Has estado genial". Ante ese tipo de acercamientos suelo ser bastante soso, por lo que la magia se pierde al instante. Ella escribió algo en su blog. Lo hizo en la intimidad, para unos cuantos amigos suyos que lo leerían y a los que les pasaría totalmente desapercibido. Pero ella no contaba con...mi padre. Mi padre es esa persona que, dada la originalidad de sus/mis apellidos, se dedica a buscar Picatoste por la red para luego decir cosas como: "Eh, Mauro, a un Picatoste lo mató ETA...". Gran noticia, papa(sí papa, no papá, que así queda mas ridículo). Pues eso, que mi padre buscó Picatoste y se encontró con una sorpresa: su hijo estaba en la red. Lo primero que pensó fué que seguro que me insultaban, pero se llevó una grata sorpresa, bueno, una gran sorpresa, al comprobar que una mujer había plasmado su enamoramiento en una página, algo llamado blog. Y el objeto del enamoramiento era su hijo, es decir, yo mismo(e incluso me atrevería decir que mi mecanismo) y no un actor famoso y guapo.
Aunque me ha costado decidirme, he decidido trasladar parte de ese texto aquí, y procederé a comentarlo como se merece. No tengais duda que dejaré una referencia en su blog para avergonzarme a mí y avergonzarla a ella. Aunque seguro que pensais que debería avergonzarme yo por invadir su intimidad de una manera tan rastrera...nada más lejos de mi intención, que es regocijarme en mi ego y proporcionaros una lectura amena de un texto bien escrito y basado, como las pelis de Antena 3 de después de comer, en hechos reales. Aviso de que el texto contiene material sexual que puede herir la sensibilidad de mayores y pequeños, así que colocad unas gafas desas para los eclipses en vuestros sensibles ojos. Por cierto, el texto original va en cursiva, por si non vos dais de cuenta. Ahí va:
Total, que esta semana he tenido dos noches de pánico en la escena: la segunda con una obra galardonada con un Max, y todo (es que yo soy muy mainstream, de alternativo lo justito y nada más); la primera fue una obra de teatro aficionado con toda la efervescencia de un guión escrito por un estudiante y el talento y la gracia de una puesta en escena y unas interpretaciones pues... todo lo aficionado que podáis imaginaros. Lo bueno de representar una obra así es que ya tienes al público ganado, que hasta participa activamente en las bromas privadas que se incluyen y todo.
Esta obra es la que yo hice, la de la efervescencia, aficionada y tal.
En fin, que allí estaba yo recordando uno de los momentos más felices de mi vida (snif) (que fue –para los interesados- el día siguiente a la muerte de Lola Flores)
Curioso momento, el mio fue cuando Ramoncín, el Rey del Pollo Frito se operó la niriz.
y poco a poco hasta me fui enamorando de uno de los actores, debido sin duda a los tirantes y la gorra de periodista que en aquel homenaje al cine negro lucía con indudable convencimiento.
Ahora entendeis la referencia anterior a mi vestuario...yo también lo se traer fino, amigos.
Tras la obra, de conversaciones en el backstage (jojo) en las que yo era un elemento puramente ¿decorativo? que sonreía a todos mientras mis compañeros de butaca repartían felicitaciones a diestro y siniestro, él se acercó a saludar a esos compañeros de butaca míos que eran sus amiguitos, e hizo un comentario que me dejó patedefuá sentada como estaba en una mesa llena de folios y cervezas: “No me siento con fuerzas para hacer mañana el acto... sexual” Hasta me sonrojé y todo, y eso que era una chorrada digna de los Morancos
Sí, soy así de gilipollas, aunque lo de los Morancos duele bastante dado mi odio total y absoluto a ellos y al cantante de "Danza Invisible"...¡muerte!
“el acto de licenciatura”, se aprestó a aclarar. “El acto te lo hacía yo de arriba a abajo, pipiolo” Pensaba yo.
Admito que me sonrojé un poco al leer esta parte; me sentí desnudo.
Y eso que entonces aún desconocía que su nombre era, nada más y nada menos, que ¡Mauro Picatoste!, señores. ¿Cómo no amar a alguien que responde a semejante apelativo?
"Apelativo" hace que mi nombre resulre incluso más ridículo todavía...
Claro que no me tomen demasiado en serio, que esto sucede porque es algo que es casi casi tradición –y yo soy muy respetuosa con las tradiciones-, ir a una representación de teatro amateur y enamorarse de uno de los actores, circunstancia que además cuenta con la ventaja de que luego puedes encontrártelo en la cafetería de tu facultad, ya sin el encanto de la iluminación escénica y sin los tirantes (igual no es tan ventaja, así visto), a no ser que se tome muy en serio la figura de Pedro J. en el panorama periodístico reciente.
Con este sublime final demuestra la clase de mujer que es. No se ha dejado engañar. Mi embrujo finaliza en el momento que se apagan los focos del escenario. Es triste, lo sé.
Hablando en serio, algo que no hago muy a menudo, reconozco que me reconfortaron sus palabras y dispararon mi curiosidad sobre esa mujer que se hace llamar Ra. ¿Quién era?¿Cómo había llegado hasta allí? Querida Ra, aunque no te conozca, siempre te llevaré en mi corazón. Soy así de romántico. Esto no es más que un homenaje a tí y a tu blog, muy recomendable. Me acabo de dar cuenta que puede pensar esta Ra que soy un cotilla, pero es el precio que debo de pagar. También debo aclarar que este texto es real. Para los desconfiados que no se lo crean sólo deben buscar igual que hizo mi padre(suena a acertijo cutre). Ah, y sí, Silvia lo sabe y está "muy orgullosa de mí"(yo tampoco lo entiendo...maldita).
Nada más. Me despido desde aquí. Os quiero.
Todo aconteció hace unos dos años y pico. Corría(en el sentido menos sexual de la palabra) el año 2004. Yo cursaba mi quinto año de carrera y un tal Gozaga había escrito un guión para representar en una estelar obra de teatro en el inefable San Francisco Javier. El propio Gonzaga, creador-director-productor de la obra, me había reservado un papel perfecto para mí. Un periodista(que curioso) de los años 20, Foster Frings, mujeriego y borracho, gran amigo de Richard Larkin, galán perdedor protagonista de la obra, personaje típico en la obra gonzaguesca. Era, como decimos en el mundillo, un caramelito. Llegando al día de la representación comenzamos a perfilar el personaje, a darle los toques definitivos: una gorra y unos tirantes.
La obra se representó, fué un éxito de crítica y público...ay(leer como un suspiro), el público. Ahí estaba ella. Mujer desconocida sumergida en la oscuridad de las butacas. Ella, como tantas otras, quedó prendada de mí. Pero ella hizo algo diferente. No se acercó a mí y me dijo: "Jo, tío, me has encantado. Has estado genial". Ante ese tipo de acercamientos suelo ser bastante soso, por lo que la magia se pierde al instante. Ella escribió algo en su blog. Lo hizo en la intimidad, para unos cuantos amigos suyos que lo leerían y a los que les pasaría totalmente desapercibido. Pero ella no contaba con...mi padre. Mi padre es esa persona que, dada la originalidad de sus/mis apellidos, se dedica a buscar Picatoste por la red para luego decir cosas como: "Eh, Mauro, a un Picatoste lo mató ETA...". Gran noticia, papa(sí papa, no papá, que así queda mas ridículo). Pues eso, que mi padre buscó Picatoste y se encontró con una sorpresa: su hijo estaba en la red. Lo primero que pensó fué que seguro que me insultaban, pero se llevó una grata sorpresa, bueno, una gran sorpresa, al comprobar que una mujer había plasmado su enamoramiento en una página, algo llamado blog. Y el objeto del enamoramiento era su hijo, es decir, yo mismo(e incluso me atrevería decir que mi mecanismo) y no un actor famoso y guapo.
Aunque me ha costado decidirme, he decidido trasladar parte de ese texto aquí, y procederé a comentarlo como se merece. No tengais duda que dejaré una referencia en su blog para avergonzarme a mí y avergonzarla a ella. Aunque seguro que pensais que debería avergonzarme yo por invadir su intimidad de una manera tan rastrera...nada más lejos de mi intención, que es regocijarme en mi ego y proporcionaros una lectura amena de un texto bien escrito y basado, como las pelis de Antena 3 de después de comer, en hechos reales. Aviso de que el texto contiene material sexual que puede herir la sensibilidad de mayores y pequeños, así que colocad unas gafas desas para los eclipses en vuestros sensibles ojos. Por cierto, el texto original va en cursiva, por si non vos dais de cuenta. Ahí va:
Total, que esta semana he tenido dos noches de pánico en la escena: la segunda con una obra galardonada con un Max, y todo (es que yo soy muy mainstream, de alternativo lo justito y nada más); la primera fue una obra de teatro aficionado con toda la efervescencia de un guión escrito por un estudiante y el talento y la gracia de una puesta en escena y unas interpretaciones pues... todo lo aficionado que podáis imaginaros. Lo bueno de representar una obra así es que ya tienes al público ganado, que hasta participa activamente en las bromas privadas que se incluyen y todo.
Esta obra es la que yo hice, la de la efervescencia, aficionada y tal.
En fin, que allí estaba yo recordando uno de los momentos más felices de mi vida (snif) (que fue –para los interesados- el día siguiente a la muerte de Lola Flores)
Curioso momento, el mio fue cuando Ramoncín, el Rey del Pollo Frito se operó la niriz.
y poco a poco hasta me fui enamorando de uno de los actores, debido sin duda a los tirantes y la gorra de periodista que en aquel homenaje al cine negro lucía con indudable convencimiento.
Ahora entendeis la referencia anterior a mi vestuario...yo también lo se traer fino, amigos.
Tras la obra, de conversaciones en el backstage (jojo) en las que yo era un elemento puramente ¿decorativo? que sonreía a todos mientras mis compañeros de butaca repartían felicitaciones a diestro y siniestro, él se acercó a saludar a esos compañeros de butaca míos que eran sus amiguitos, e hizo un comentario que me dejó patedefuá sentada como estaba en una mesa llena de folios y cervezas: “No me siento con fuerzas para hacer mañana el acto... sexual” Hasta me sonrojé y todo, y eso que era una chorrada digna de los Morancos
Sí, soy así de gilipollas, aunque lo de los Morancos duele bastante dado mi odio total y absoluto a ellos y al cantante de "Danza Invisible"...¡muerte!
“el acto de licenciatura”, se aprestó a aclarar. “El acto te lo hacía yo de arriba a abajo, pipiolo” Pensaba yo.
Admito que me sonrojé un poco al leer esta parte; me sentí desnudo.
Y eso que entonces aún desconocía que su nombre era, nada más y nada menos, que ¡Mauro Picatoste!, señores. ¿Cómo no amar a alguien que responde a semejante apelativo?
"Apelativo" hace que mi nombre resulre incluso más ridículo todavía...
Claro que no me tomen demasiado en serio, que esto sucede porque es algo que es casi casi tradición –y yo soy muy respetuosa con las tradiciones-, ir a una representación de teatro amateur y enamorarse de uno de los actores, circunstancia que además cuenta con la ventaja de que luego puedes encontrártelo en la cafetería de tu facultad, ya sin el encanto de la iluminación escénica y sin los tirantes (igual no es tan ventaja, así visto), a no ser que se tome muy en serio la figura de Pedro J. en el panorama periodístico reciente.
Con este sublime final demuestra la clase de mujer que es. No se ha dejado engañar. Mi embrujo finaliza en el momento que se apagan los focos del escenario. Es triste, lo sé.
Hablando en serio, algo que no hago muy a menudo, reconozco que me reconfortaron sus palabras y dispararon mi curiosidad sobre esa mujer que se hace llamar Ra. ¿Quién era?¿Cómo había llegado hasta allí? Querida Ra, aunque no te conozca, siempre te llevaré en mi corazón. Soy así de romántico. Esto no es más que un homenaje a tí y a tu blog, muy recomendable. Me acabo de dar cuenta que puede pensar esta Ra que soy un cotilla, pero es el precio que debo de pagar. También debo aclarar que este texto es real. Para los desconfiados que no se lo crean sólo deben buscar igual que hizo mi padre(suena a acertijo cutre). Ah, y sí, Silvia lo sabe y está "muy orgullosa de mí"(yo tampoco lo entiendo...maldita).
Nada más. Me despido desde aquí. Os quiero.
16 comentarios:
Ay. Puto Google. Me muero de la vergüenza (y del orgullo, por supuesto)
Por partes:
- Madrid mola mil. Es una ciudad sucia, ruidosa, desordenada y violenta. Y mola, ya lo creo que mola.
- Carlos III y su esposa formaban la pareja más fea de Europa, según sus contemporáneos. Desde luego, siguen ganando a Juancar y Sofi.
- ¿De derecho a periodismo? Jojojo, ahora sí que vas a saber por qué la vida puede ser maravillosa.
Me pica la curiosidad... ¿cómo has dado con el "nuevo diario"? ¿el noble arte del link?
Jo Mauro, ahora que he leído tu historia me enorgullezco de ser amigo de un tío tan guay. Quiero que mi hijo se apellide Picatoste, y estoy invirtiendo todos mis ahorros en una empresa polaca de I+D que está investigando la forma de implantarme un útero donde poder concebirlo.
Jaaja, el mejor post que he leido nunca!!! No obstante el mérito hay que repartirlo en dos mitades; una para ti y otra para Ra (que espero que sea un nombre inspirado en alguna divinidad egipcia y no la abrebiatura de Ramona). Reproduciendo las palabras de cuando M€ reprodujo las palabras de José Miguel González: "buena idea y mejor ejecución". M€, te I love you.
He dado con el nuevo diario gracias a la inestimable colaboración de Antolín(en la referida obra de teatro era un matón extremeño que sólo quería ser gogó y ser aceptado). Le conté la historia y el solito encontró tu nuevo blog. Lo tengo bien adiestrado.
Por cierto, Quique, la cosa no está en el apellido, sino en mí, que soy muy guay. No, en serio, soy muy pero que muy guay.
Jo. Picatoste es un apellido súper molongui. Pero Picatoste Bobillo me deja sin palabras.
Eres realmente interesante.
Digno de leer.
Te aplaudo.
Bufffff, lo siento pero ya sabes que soy cateto ( o de ciencias, que viene siendo lo mismo ). "Abreviatura",estas son las consecuencias de escribir mis comentarios cundo estoy ciego.
Mierda, otra vez!! Donde dije "cundo" poned "cuando".
PD: Hay que ser de ciencias para entender el chascarrillo
"el acto te lo hacia yo de arriba abajo pipiolo!",ke gran frase tan burda y soez pero a la vez tan elegante.
Jo tio molas mogollón!!!!,eres guay que te cagas!..(no me extraña que se enamoren de ti,con esa tersa piel de bombero sudafricano
Por cierto M€, justifica los putos párrafos y cambia ese fondo horrendo. Me estaba partiendo cuando leía tu post, pero mis ojos lo estaban pasando realmente mal.
Perdona, Quique, pero no tengo nada que justificar, ni ante usted ni ante nadie. Y el fondo horrendo me lo hizo mi madre con una cortina de baño y le guardo mucho cariño.
Muy buen post, me parece que voy a tener que ponerme las pilas.
Mi arma literaria más potente es la divagación y el absoluto desorden de las ideas al comunicaroslas.
Soy auténtico y en lugar de especial soy espacial(esto me lo decía una ex mia).Yo tampoco dejo espacio antes de los paréntisis para seguir al Maestro M. A.
genial, yo te he encontrado buscando a los picatostes tb, como tu padre :D
son unas 200 familias en España... y procede de un militar, un general que en una batalla en Andalucía (debió ser hace varios siglos) no tenía con ke alimentar a sus soldados, pero tenía pan, y por lo visto hizo freír el pan en aceite y le pusieron lo del general picatoste (cómo pan tostado :D) y es que estamos pa mojarrrr
De todos modos el picatoste es mi abuelo... yo no lo llevo de primero. Aunque tampoco se muy bien la historia, lo oí en la radio pero ya no recuerdo si es al revés (el general se llamaba así y por ello las tostas se denominan de ese modo) yo creo que tiene más sentido la primera versión (que casualidad de apellido sino), a lo mejor tu sabes más... manteme al corriente
podríamos hacer hasta una reunión de picatostes (con chocolate y churros)
Hola. He conseguido esto buscando por mi familia Picatoste. No se mucho de q se trata este articualo, pues tengo tambien poco tiempo para leerlo, ya que ando en el laburo, alquien me puede explicar: madridivedp@hotmail.com
Sinceramente
Ivette Diaz Picatoste
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