Nos pasamos la vida atrapados entre definiciones, tratando de encontrar la palabra precisa (la sonrisa prefecta) para describir cada situación. Queremos determinar algo con un sustantivo, congelarlo en el tiempo para poder admirarlo cuando, por fin, le hemos dado un nombre. Nos gusta, también, calificar las cosas; corremos detrás de un adjetivo con el objetivo de atraparlo, meterlo en una bolsa y llevarlo hasta la punta de la lengua. Desde ahí, parte su vuelo hacia una situación, una sonrisa o un olvido (flagrante, por ejemplo).
Disfrutamos mucho poniendo verbos a cada acción que ejecutamos. Un movimiento conlleva una acción, y esa acción, un verbo. No esforzamos en constreñir un vuelo libre con ese verbo que nos tranquilice, que nos diga que eso que estamos haciendo existe, es real, tiene un reflejo en el diccionario.
Y es que el diccionario tiene dos caras. Una según la cual adopta la amabilidad de ayudarnos a descubrir qué es lo que hacemos, qué vemos, oímos o sentimos. Otra, más oscura, que nos ata a la realidad que nos marcan. Esta cara, la oscura, que se encuentra oculta como la de la luna, es una cadena que llevamos enganchada con grilletes a los pies. El diccionario no nos dejará volar, porque si buscamos la definición de volar, en ningún sitio aparecerá algo así como: "acción del hombre". El diccionario relacionará ese verbo con la realidad, es decir, con las aves (nunca con los pingüinos...pringaos), los aviones o los helicópteros.
El otro día me dijeron que no intentara definir siempre las cosas. "No lo definas", dijo. Me quedé en blanco. ¿Cómo no definir algo? ¿Cómo no hacer lo que, por naturaleza, siempre hago?
Pues utilicé el mismo blanco que me había conquistado al descolocarme para evitar las definiciones. Traté durante unos minutos de obviar las definiciones y enfrentarme a las cosas desnudas, en su naturaleza, como si nunca las hubiese visto y no me importase qué eran, qué significaban, qué decían. Ni colores, ni olores, ni sentimientos, ni movimientos. Las cosas se pasearon ante mí sin definirse.
Ahora trato de hacerlo, al menos, una vez al día. Vivir sin definir. Ya os contaré.
Diccionarios a todos (de sinónimos y antónimos, que son más divertidos)
Casualidades
Hace 1 año