Queridos Reyes Magos

Que bonita es la infancia, ¿verdad? Es tan guay ser un niño pequeño; eres la persona más inocente del mundo, de tu mundo, de un mundo que se basa en jugar y descubrir cosas nuevas practicamente con cada paso que das. A veces me gustaría reaccionar como lo hacía cuando era pequeño: reirte a carcajadas por una simple mueca, correr por la calle sin ningún sentido, creer en cosas que ahora ya no te está permitido creer...son muchas cosas las que se echan de menos de la infancia.
A mí, particularmente, me gustaban las navidades, por los regalos principalmente. Llegaba diciembre (o Noviembre) y ya estabas mandando a tus padres que te consiguiesen el catálogo del Corte Inglés para revisarlo una y otra vez e ir haciendo tu propia lista mental de regalos que le ibas a pedir a aquellos tres señores que siempre te traían algo que tú no habias pedido:
-¡Mira, hijo, en la casa de la abuela te han dejado un jersey, calcetines y el robot que se transforma en modelo de lencería!
-Ya, pero yo había pedido el coche con gasolina, la raqueta de tenis que mata a pájaros inocentes y los tenis esos de 12.000 ptas.
-Es que los Reyes pensaron que esto te venía mejor...
Según fuentes cercanas a mí mismo (mis padres), durante la época de selección de los futuros regalos, yo me acercaba a los escaparates de las tiendas para ver lo que mi hermana y yo nos habíamos pedido. Cuando un niño señalaba con el dedo lo que yo ya tenía apuntado en mi lista mental y le decía a su madre que era eso lo que quería pedirle a Melchor (había mucho cursi que le pedía un regalo distinto a cada Rey. Yo se lo pedía a todos, así había más posibilidades), yo empezaba a increparle y a gritarle que no podía pedirse eso porque ya me lo había pedido yo. Lo sé, una auténtica estupidez, pero los copiones siempre me sacaron de quicio.
Pues bien, ahora que ya soy mayorcito, me veo imposibilitado, casi legalmente inhabilitado, para pedir determinadas cosas. Cosas que en su momento no pedí y ahora me arrepiento de no haberlas disfrutado cuando tocaba. A continuación enumeraré algunas de ellas:
1.- La Goleta de Playmovil: Es, sin duda, el regalo que más me hubiese gustado tener una mañana del 25 de diciembre delante de mí. Sólo el anuncio, con aquella canción tan buena que aun se recuerda, hacía que mereciese la pena tenerla. La verdad es que el rollo "goleta" era un poco finolis; eso de que todos los marineritos persiguiesen al barco pirata, mucho más masculino y terrorífico, lo convertía en un juguete ambiguo. Pero a mí siempre me han gustado los "buenos". El barco pirata, que huía de la Goleta, aunque no lo conseguía, según aquella canción, también lo hubiese aceptado como regalo, pero lo de robar y matar le restaba interés. Era más fashion eso de ir con camisetas de rayas horizontales azules y blancas y un gorrito blanco surcando algún mar en calma, sin a penas oleaje.
2.- El Muelle: No un muelle cualquiera, ni siquiera el muelle donde atracaría la Goleta de Playmovil; de hecho estoy viendo ahora mismo un boli que si lo desmonto seguro que guarda dentro un muelle de metal. Pero yo me refiero a aquel muelle de plástico, de colores, que en el anuncio bajaba por las escaleras. Os preguntareis qué me impidió tenerlo... pues una edad estúpida. Estaba en esa época de la vida en la que te crees que algunas cosas son una tontería, y que para bajar unas escaleras ya estás tú o tu balón de fútbol. Ahora me arrepiento de haber sido tan imbécil.
3.- Una cosa que no sé cómo se llamaba: Era un artilugio que consistía en una plancha negra de plástico, unos clavos sin punta y otra plancha transparente...que mal lo he descrito. Bueno, el caso es que podías aplastar algo contra aquellos clavos sin punta y en el otro lado quedaba definida, más o menos, tu cara, tus manos, una pelota pequeña... ¿Álguien se acuerda? Volví a ver el aparato ese en una serie americana que ponen en Cuatro después de comer, "Scrubs", y me quedé prendado. Es la manera más divertida de perder el tiempo. Algún amigo lo tenía, y cuando iba a su casa lo disfrutaba tanto...Esta vez no conozco la razón de por qué no la pedí, aunque supongo que ese es el típico regalo que no pides, sino que tus padres te sorprenden con él cuando eres mayorcito. "Este año hay un regalo gordo y sorpresitas". Efectivamente, ese año te regalan a Ronaldo y una serie de cosas inútiles o baratas pero que te hacen la misma ilusión.
4.- Un acordeón: Un año me pedí un acordeón. No entiendo qué fue lo que me llevó a pensar que un acordeón era un buen regalo porque ni lo sabía tocar... Mis padres...quiero decir, Los Reyes Magos decidieron regalarme un acordeón de juguete. Es lo mismo que esas guitarras de juguete, las que no suenan. Pues lo mismo pasaba con el acordeón, no sonaba nada, sólo hacía un ruido extraño que no se acercaba para nada a lo que tendría que ser un acordeón de verdad. Aquel día debió de ser el más triste de las Navidades: llorando, me acerqué a mis padres y les dije que me habían timado, que los Reyes aquellos esta vez se habían pasado. Lo de los calcetines en vez de la consola podía pasarlo, pero esto era un insulto en mi propia cara. Mis padres me dijeron que redactarían una carta de queja urgente, pero que, quizás, los Reyes Magos habían pensado que era mejor aprender a tocar aquel acordeón para después tener uno de verdad. Extrañamente me convencieron.
5.- La furgoneta del Equipo A: Realmente tuve una furgoneta del Equipo A, pero era falsa (casi tanto como el acordeón que no sonaba). En aquellos años yo vivía en Gijón y algo horrible pasó el día de Nochebuena: a mis padres...quiero decir, a Los Reyes Magos les robaron mis regalos del maletero del coche...quiero decir, del maletero de los camellos...quiero decir, de las sacas que portaban los camellos, así que tuvieron que acudir a última hora a reponer aquellos regalos que yo esperaba ansiosamente. Lo curioso es que a mi amiguito de Gijón le trajeron cosas muy chulas, entre ellas una furgoneta del Equipo A idéntica a la que aparecía en la tele. A mí me regalaron, entre otras muchas cosas (muy chulas también, pobres Reyes Magos) una furgoneta del Equipo A que era más bien una fragoneta. Era negra y tenía la banda verde (lo siento, es que soy daltónico, y en Daltonia el Equipo A tenía una franja verde en la furgoneta) igual que en la serie, pero el modelo del coche se acercaba más a un familiar de esos americanos que a la que aparecía por la tele saltando entre coches que se volcaban mientras explosionaban. Lo cierto es que convencí a mi amiguito de que la furgoneta real era la mía, aunque no conseguí que me la cambiase.
Seguro que hay más regalos que alguna vez quise, pero estos eran los más estúpidos y urgentes que se me ocurrieron.
Voy a estudiar. Pasadlo bien, o mal, o como os dé la gana.
Por cierto, si todo el texto aparece como una masa compacta de letras unidas sin puntos y aparte, es culpa del editor de textos de Blogger que es una mierda.
Abrazos de segunda.

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo ese aparato de clavos ,pero pierde la gracia después de 2.500.000 veces, aproximadamente. Y ´después de unos años, cuando acercas la cara a los clavos aprecias un desagradable olor. ¡Pero voy a dejar mi cara otra vez, qué coño!

Gutx0 dijo...

Pedazo de mariposón, yo tuve el Barco pirata, mira que querer la goleta...
El chirimbolo ese que bajaba las escaleras no lo tuve, pero como si lo tuviese, ya que lo tenía un vecino y como si fuese mio.
Estoy con eleanor, en que lo del "molde" pierde su gracia al poco tiempo de probarlo.
Lo del Ekipo Ja, nunca me llamo demasiado, aunque me gustaba la serie y mi preferido era H.M. Murdock.
Lo del acordeón ya ni lo menciono, porque eso tiene demasiado delito.

Por último, me encanta la idea de ser un niño y no tener demasiadas preocupaciones y es que yo siempre digo, que no hay mayor felicidad que la de un ignorante completo, ya que no es consciente de lo malo que acontece, ni de otras muchas penurias.

Anónimo dijo...

Bueno yo al igual que gulias, jastaba el barco pirata, y el amigo con el juego de los clavos, era yo, y si desde luego que enseguida acabas hasta los huevecillos. Lo peor de dejar de ser un niño, si es que he dejado de serlo en algun momento, es perder la inocencia. Unos besos desde segunda.

Atentamente

Lucía dijo...

¿Pediste un acordeón?
Realmente increíble. Estoy pensando que, quizás, en lo más profundo de tu ser, tengas el don de tocar el acordeón. Puede que aún no seas consciente de ello, pero deberías hacer algo. Joder, imagínate que nos estamos perdiendo al mejor acordeonista de todos los tiempos, yo no podría vivir con esa sensación. Meuro, aún estás a tiempo, hazme caso.

Los regalos que yo deseaba en mi infancia son bastante distintos a los tuyos, supongo que por el pequeño detalle de haber nacido mujer. La casa grande de Playmobil, una cocinita Smoby, un Nenuco, una barbie, una bici y unos patines de línea fueron, sin duda, las cosas que más ilusión me hicieron.
A veces, me entran ganas de jugar a las Barbies o los Playmobil, pero tengo miedo a desarrollar el complejo de Peter Pan. De todas formas, si en alguna ocasión te apetece, puedo invitarte a jugar a mi casa (aunque primero tengo que preguntarle a mi madre si me deja).

M€ dijo...

Me parece extraño que nadie haya hecho mención del chiste en el que digo que el regalo gordo de las Navidades era Ronaldo. Acabo de leer el post y es lo único que me ha gustado...creo que soy tonto.

Por cierto, señorita Tenebaum, estos no son los regalos que me hicieron ilusión, sino los que nunca llegué a tener. Es un post extrañamente melancólico.

Anónimo dijo...

Bravo por esto: "De todas formas, si en alguna ocasión te apetece, puedo invitarte a jugar a mi casa (aunque primero tengo que preguntarle a mi madre si me deja)." Muy adecuado, sí señora.

M€ dijo...

Me veo oblligado a repetir el comentario anterior, o parte de él, para haceros reflexionar:

"Me parece extraño que nadie haya hecho mención del chiste en el que digo que el regalo gordo de las Navidades era Ronaldo. Acabo de leer el post y es lo único que me ha gustado...creo que soy tonto".

M€ dijo...

Por cierto, señorita Tenenbaum, el plan me parece perfecto. De hecho, unos años después de ese plan, podremos hacer el de quedar para ir al cine, a la sala de máquinas y al Burguer. Seguramente iremos usted con sus amigas y yo con los míos porque nos dará corte, y en algún momento de la tarde (porque será por la tarde) sus amigas cuchichearán con usted mientras yo me hago el duro hablando de lo cabrón que es el profe de soci y la de natu con mis colegas. Qué pasará después...pues seguramente yo fallezca al ingerir una hamburguesa podrida y usted gritará algo así como: "Dios, por qué siempre te llevas a los mejores" y luego llorará desconsoladamente. Unos años después conocerá a otro hombre y yo no seré más que un lejano recuerdo de su preadolescencia.

¿Le parece bien el plan?

Lucía dijo...

Me parece un plan cojonudo, aunque me da pena que mueras antes de que un amigo tuyo venga a preguntarme si quiero salir contigo para, después, darte mi respuesta afirmativa. Respuesta que, por otro lado, tarda en tener efecto, pues seríamos novios pero sin hablarnos durante una buena temporada o hasta que una amiga mía fuese a hablar contigo para decirte que quiero dejarlo porque me gusta otro.

Creo que me liado un poco al escribir esto. No sé si se entenderá bien.

M€ dijo...

Entiendo perfectamente. Te gusta otro. Es que todas sois iguales; yo doy, yo doy, yo doy...y nunca recibo nada.

A la hora de leer este comentario háganlo desprovisto del contexto sexual, ya que lleva un mensaje subliminal bastante cerdo, pero esa no era mi intención.

Entonces podríamos cambiar el final por: Somos novietes, tu me dejas vía amiga ñordo de turno y yo me como una hamburguesa podrida y fallezco. Así es mas guay.

Anónimo dijo...

Me estoy divirtiendo bastante con Vds. dos.

Gutx0 dijo...

Ya lo entiendo todo, M€ lo da todo, baja al pilón continuamente, pero su pareja no da ni la mitad, ni se digna a hacerle una misera mamada y es que las mujeres son mucho del 68, me la chupas y te debo una.

NOTA: Lo siento pero no pude resistir la tentación que suponía el hacer un comentario obsceno, vamos en mi línea.

Anónimo dijo...

Oye, muy bueno lo del gordo!!!

Lucía dijo...

Entonces, se podría decir que eres mi ex-novio, ¿no?

M€ dijo...

Gracias, joder, por fin algiuen que aprecia el humor fino y dutil. te debo una piruleta, Pe Ele Erre (no sé por qué me ha costado muchísimo escrribir ese nombre).

Se podría decir, señorita Tenenbaum, que sí, que en otra vida, que en otro mundo, seríamos ex-novios. Ya es ex-mujer de Rigby y ex-novia de M€...un poco lagarta usted, ¿no? Dicho con todo el respeto que me merecen las lagartas.

Anónimo dijo...

¡Oh, qué buen chiste el de Ronaldo!

Lucía dijo...

Soy bastante lagarta, sí. Tengo un largo historial amoroso a mis espaldas. Ahora mismo, estoy con el segundo divorcio, un millonario portugués que me puso los tarros con una aún más joven que yo. Se pensaba que me iba a largar con lo primero que me ofreciese (exactamente, un duplex en Lisboa y una interesante cantidad en mi cuenta), pero mis abogados lo exprimieron al máximo. Ja. Pienso joder a ese maldito hijo de puta todo lo que pueda.

Anónimo dijo...

Bueno, "Pienso joder a ese maldito hijo de puta todo lo que pueda" tiene, en realidad, dos sentidos... No sé muy bien a cuál se refiere Vd.

Elquien dijo...

Yo delegaba en mi padre (por decirlo de algún modo). Todavía recuerdo cuando me trajeron un "escalestric" (se escribirá asi) que yo no había pedido y mi padre y mis tios se pasaron toda la noche jugando con él.

El chiste de Ronaldo no tiene gracia.

Lucía dijo...

Lo dejo a su libre elección, Mr. Rigby.

Anónimo dijo...

Es cierto, el chiste de Ronaldo no tiene gracia, pero tiene grasa.

Anónimo dijo...

Observo que mi comentario no ha llegado a calar entre las masas... Una pena, como el chiste de Sandro.

Anónimo dijo...

El Bosque se ha secado.

Ignatius J. Reilly dijo...

Je,jeje. Es usted muy simpático. Veo que también tienen en España el equipo A. ¿saben como le llamamos donde yo vivo al negro de la serie? Mister Tonto. jejeje. Lo de la goleta esa no se bien qué es. Aquí no tenemos de eso. El acordeón es muy bonito .Aquí tenemos un famoso jugador de acordeón llamado Lisandro Meza. A mi también me gusta mucho eso del acordeón. Visite mi site. Un saludo, compañero.

Anónimo dijo...

¿Mister Tonto? ¿Jugador de acordeón? Bravo.

Ignatius J. Reilly dijo...

Es usted el de la foto de su blog?
Me gustaría verle en una foto más clara. Tengo muchos amigos españoles.echo de menos sus playas. Mandeme fotos suyas si gusta. Yo le mando una mia con mi amigo Mario si le apetece.

Anónimo dijo...

Sr. M€, lleva mucho tiempo sin escribir nada en enste Blog. ¿Ha muerto Vd.? Si es así coméntelo, caraja.

Ignatius J. Reilly dijo...

Lo que pasa es que tiene miedo a escribir , verdad Don Miedo? jjajaajajajaaj, don miedo tiene mieeeeedo,uuuuuuuu

Anónimo dijo...

Insensatos!
Don M€ tiene mas ocupaciones en su vida que este blog!
Tiene que dar de comer a su rebaño de pingüinos tropicales, así como dar de mamar a las crias de koalas que ha adoptado en su último viaje a Tanzania!
Es un hombre? ocupado?

Ignatius J. Reilly dijo...

Le que es es un #?!(dibujo de un cerdo) &?!?%

Anónimo dijo...

Bujo de un cerdo. ¿Gané?

2009 Vida De Un... - Powered by Blogger
Blogger Templates by Deluxe Templates
Wordpress theme by Dirty Blue