No Tengo Nada Que Contar

No se me ocurre nada para contar aquí, ni siquiera una historia absurda y sin importancia a la que le doy forma de gesta épica, como matar a un bicho, encender una cerilla o pisar una mierda de perro (que hay muchas por mi calle, y con el calor el tufo se hace insoportable...que romántico).

Mañana empiezo mis exámenes. Así es, empieza esa época tan esperada por los estudiantes en la que juntamos calor con un poco de estudio para que nos salga una maravillosa tarta de queso. El primero que tengo es Lengua II; es un complemento de formación, por lo tanto es de segundo de carrera, y es de esas asignaturas que debes aprobar sí o sí: primero, porque no necesitas estudiar mucho y segundo, porque los complementos de formación es mejor sacárselos de encima cuanto antes. La asignatura es bastante interesante y no, no hacemos aquellas cajas (o árboles, que también había) para analizar la estructura de la oración. Lo más interesante es la profesora...no penseis mal, lo digo porque es japonesa. Al principio desconfías un poco de una mujer de otra nacionalidad que pretende enseñarte cosas de un idioma que llevas hablando desde que tienes 12 años (lo sé, fui un superdotado que empezó a hablar prontito), pero luego te hace cambiar de opinión. A mí, por lo menos, me parece buena profesora.

Luego, esta maravillosa época de exámenes se extenderá hasta el 29 de junio, fecha en la que hago el último examen, Derecho de la Información. Es una gran alegría encontrarme con una asignatura de Derecho, algo de lo que escapaba estudiando esta nueva carrera. ¡¡Qué ironías, ja ja ja!! (esta risa debeis imaginárosla como la de un macho que fuma un puro y bebe una copa de ponche sentado en un sofá orejero mientras divaga acerca de la vida; también podeis no imaginárosla).

Entre mis actividades alternativas, que no alternatas, de estos días, se incluye mi presencia el sábado en el estadio Vicente Calderón para ver el efectivo descenso del Celta a Segunda División (el año que viene en la liga BBVA...que cool). Allí estaré yo, como un auténtico dominguero (sabadero, en este caso) con mi radio rezando por algún resultado que impida que el equipo olívico (creo que nunca lo había llamado así) descienda a los infiernos de la mano del antihristo...como soy.

Poco o nada más, así que dejadme en paz.

Os quiero. Abrazos efusivos a la par que distantes.

11 comentarios:

Lucía dijo...

Interesante. Yo no tendría que hacer esa asignatura, pues la tuve en primero de carrera y, deduzco, que me la convalidarían. Yo sí que hacía (y sigo haciendo, pero en gramática inglesa) análisis sintácticos (no en cajas sino en árboles) y, la verdad, es que son bastante divertidos.
Una cosa, ¿por qué os da clase una Japo? Los licenciados en Hispánicas matándose por un puesto de trabajo y una Japo dando Lengua I. Malditos Japos. Y, sí, es racismo.
Otra cosa, ya que dices no tener ninguna historia cotidiana para hacer épica, yo te daré una idea: el otro día me tragué un mosquito por la calle. Si necesitas más información, sólo tienes que preguntar.

Anónimo dijo...

A mí nunca me ha ocurrido algo así, Mrs. Tenenbaum, ya que respiro a través de un sistema digital que dejo siempre a buen recaudo en el armario de mi habitación. El propio aparato me envía el aire que necesito vía satélite, a través de intervalos periódicos similares a la propia respiración. Es por ello que nunca he tragado un mosquito. Sin embargo, una vez se coló una lagartija por una rejilla del chisme ese, que me la envió igualmente vía satélite. Así que podría decirse que una vez yo me tragué sin querer una lagartija mientras respiraba. Mientras respiraba yo, claro. Aunque también la lagartija. ¿Se habría tragado ésta algún mosquito antes? A mí, desde lugo, me lo pareció.

Anónimo dijo...

Desde luego, incluso.

M€ dijo...

Me opongo por completo a que critiqueis a mi maestra, Yuko Morimoto. Ella me enseñó el noble arte de la lengua, y confeccionó para mí un verbo de acero, del acero de Yuko Morimoto. Gracias a ella soy un asesino despiadado de errores gramaticales o sintácticos. Mucha gente me ha ofrecido dinero por la katana que ella me entregó, pero jamás la vendería. Incluso hubo quien trató de comprarla por 1000 pavos; yo rechacé tal oferta, ya que casi no me caben las 842 gallinas que tengo en mi habitación como para tener ahora mil pavos. Soy un guerrero del lenguaje, no un granjero, por Dios y Maradona.

Lo del mosquito en la boca es una gran idea. Yo también he experimentado esa sensación y aun siento escalofríos (o calafríos) cada vez que lo recuerdo.

Me voy a llorar a un rincón.

Anónimo dijo...

¿Y lo de la lagartija?

M€ dijo...

Sí, bueno, una vez una se me metió por debajo de la falda. Yo iba de lagarterana, imagínese la escena. Desde aquel día me llaman Lagartija Nick, aunque sólo lo hacen los amigos lejanos, los de Texas.

Anónimo dijo...

Ya está bien!
Os creeis que a nosotros, los mosquitos, que nos tenemos que ganar la vida chupando la sangre de los seres vivos, sin saber donde estamos metiendo el aguijón, y más en los tiempos que corren (sifilis, gonorrea, sida,...), estamos para aguantar impertinencias!
sois unos degenerados!
Nosotros no queremos entrar en la boca de nadie, no lo hacemos por gusto!
Así que ya sabeis, si un día os tragais a un mosquito, o lo matais, recordar que ese mosquito tiene una familia, unos mosquititos a los que dejará huerfanitos, y lo que es peor, os estais tragando algo que a saber donde ha metido el pico!!!
JA JA JA JA!
O como decimos nosotros,
Bzzzz Bzzzz Bzzzz Bzzzz!

Ignatius J. Reilly dijo...

Sinceramente, como apuntó la señorita Tenenbaum, me parece de chiste que una japonesa intente daros clases de la lengua cervantina. Yo, personalmente, creo (que) me negaría a asistir a la misma, pues dudo que el verbo de esa kamikaze puede ser digno de ser aprendido, y aunque así lo fuera, pardiez! ¿no hay acaso un maldito licenciado en filología hispánica que puede enseñar con más soltura y desparpajo tan noble asignatura?. Además todos somo conocedores de la nula habilidad de los asiáticos para aprender otros idiomas. ¿es acaso capaz esa dama de pronunciar correctamente las palabras "recalcitrante", "impertérrito" o "rimbombante"? Lo dudo. El único acero que te pueden enseñar esa pandilla de duendes es el de las catanas Hattori Hanzo. Si alguien me rebate, morirá. No es broma.

Lucía dijo...

Gracias, Sandro, por este comentario en defensa de nuestra Lengua.
Ahora, me gustaría hacer una pregunta: ¿quién cojones (perdón por la expresión) se ha hecho pasar por "Un Mosquito Indignado"? Madre mía! Creo que ya no me falta nada por ver en el apasionante mundo de los Blogs.
Te diré persona-que-se-ha-hecho-pasar-por-un-mosquito-indignado que, para tu información, los Mosquitos no saben escribir y que, por tanto, te hemos pillado: eres un maldito farsante! Buuuuh

Anónimo dijo...

Yo creo en la igualdad de derechos. Y mientras acceder a la docencia no esté vedado para quien no sea nativo cuando se trate de dar clases acerca de la lengua oficial del país que sea, estaré de acuerdo con que esa mujer asiática imparta sus lecciones. Tal vez sepa más que muchos españoles (al igual que yo sé mas del resto de lenguas del mundo que sus hablantes nativos. ¿O no?).

Y ahora, según el Caballero Cervantino, he de morir.

Lucía dijo...

Morir es demasiado drástico, pero deberíamos torturarte obligándote a aprender listas interminables de irregularidades de la Lengua Española.
Yo sé más cosas sobre el Navajo que sobre el Español.

2009 Vida De Un... - Powered by Blogger
Blogger Templates by Deluxe Templates
Wordpress theme by Dirty Blue