Casualidad

No sé, casualidad o causalidad... Como estoy en la época pre exámenes, me dedico a pensar en las casualidades y en otras tonterías por el estilo. En las causalidades, también.

La vida está llena de casualidades. Todo lo que nos pasa está cubierto de esa palabra; bueno, casi todo. Fue casualidad que, antes de venir a Madrid, encontrase un piso para vivir sin moverme de Vigo. Apareció así, de repente, un día en la playa: un chico que conocía dejaba su piso y me ofrecía su sitio. A su vez, casualmente, los que vivían allí, habían llegado por casualidad; uno por ser amigo de un amigo del chico que yo conocía (bufff, que lío), otro por ser la hermana del chico que conocía a un amigo del chico que yo conocía...demasiado complicado, demasiadas casualidades.

Escribiendo esto, me doy cuenta de que las casualidades nos rodean. Pero ¿qué es la casualidad? Dice mi amiga la RAE que es casualidad aquella combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar; y dice que es femenina la casualidad. Así que esas circunstancias inevitables e imprevistas son femeninas. Deduzco, entonces, que las mujeres, como son femeninas (algunas), suelen aparecer por casualidad, y que son imprevistas e inevitables.

¿Y las causalidades? Pues, según otra vez la RAE, 'causalidad' se refiere al origen o al principio. Vaya, también es femenina la causalidad. Vuelvo a deducir, otra vez, que las mujeres aparecen por casualidad y por una causa (que es motivo o razón para obrar, según la misma fuente); es decir, la causa es la razón para hacer algo y hay una causalidad que es el principio de esa causa que llega por casualidad.

La cosa es que yo, que no soy femenina, nazco de una mujer (femenina, claro), que es mi principio, mi causalidad. Pero no fui su causa, aunque ser 'yo' implica una casualidad, porque podría ser otro 'yo'. Así que, si soy una casualidad será por alguna causa, y supongo que la causalidad de todo está al principio... ¿soy, por lo tanto, femenina? Creo que no.

Creo que, a pesar de este rollo, ya no me sorprenden las casualidades. Ya no me dejo impresionar por las cosas, por mucho que me puedan impactar se quedan ahí, en el impacto, en el golpe fuerte en el cerebro. Después, lo asimilo y no dejo avanzar el río de sorpresa e impresión que llegaría hasta mi cara. Mis padres me dicen, muchas veces, que de pequeño era muy espontáneo, reaccionaba riendo y abriendo mucho los ojos ante cualquier novedad.

Parece ser que he perdido esa habilidad. Esa espontaneidad era el reflejo de que las casualidades me sorprendían, de que las causas que no conocía me impactaban. Era, dicen, muy impresionable. Todo está relacionado. Ahora las cosas impactantes las absorbo desde el principio para que no queden reflejadas y aparezcan desde alguna mueca. Las casualidades se han convertido en meras circunstancias de mi vida.

Recuerdo la última vez que me sorprendí, la última vez que la casualidad hizo mella en mí. Fue impactante; el corazón saltó bruscamente, el estómago se encogió y abrí los ojos tanto como me fue posible. Duró poco, unos tres segundos, pero fue bastante intenso.

Admito que ahora estoy receptivo para ser sorprendido de nuevo. Busco unir todas las casualidades que me han traído hasta Madrid y convertirlas en una causa. Quiero poder decir que Madrid fue la causalidad de algo.

Hasta que la casualidad me alcance, amigos.

29 comentarios:

M€ dijo...

Oooooops...una casualidad acaba de llegar a mi vida. Qué casualidad, minutos después de escribir estas tonterías. ¿Casualidad?

Anónimo dijo...

Si te explico la teoría que niega la existencia de las casualidades me cargo tu actu. Por cierto, no creo que existan las casualidades. Destino, karma, providencia, azar, sino, hado, suerte, fatalidad, ventura, fortuna, estrella, acaso, eventualidad... incluso casualidad (aceptamos barco). Llámalo como quieras, en algo tenemos que creer para no volvernos (más) locos.

Como diría mi tío de Alemania... aleee!!


PD.: ¿Qué no entiendes de "Mauro-miau"? Es más, ¿qué hay que entender de "Mauro-miau"?

M€ dijo...

No hay nada que entender. Ya lo sé. La gente es así. Excelentes los motivators canarios, la verdad es que salgo bastante favorecido. El del imbécil, el mejor.

Anónimo dijo...

Nah, si al final conseguí sacarte unas cuantas fotos decentes. No, las de los motivators no. Me alegro de que te hayan gustado... pero todavía me alegro más de que no te hayan aumentado los instintos psicópatas contra mi persona. Si los hago con buena intención...

Quizás deberías leer a Terry Pratchet y Mundodisco, te iba a gustar el humor bizarro que gasta el buen hombre.

Alnitak dijo...

Me ha encantado.
Yo, al contrario que Almu, creo en las casualidades.
Un día, cuando tenga mucha más confianza contigo, te podría contar la de casualidades que me han hecho estar en Madrid, porque no, yo no iba a venir aquí, ni quería venir.
Pero ahora estoy y me alegro de estar.
Aún no es Madrid causa de nada, o sí, o a medias, bueno, más bien me gustaría que lo fuera, pero Madrid y todos ustedes son una casualidad y de las grandes.

pd. A mí me gusta dejarme sorprender por las casualidades, así me va.

Anónimo dijo...

Desde que las damas se avienen a escribir en tu blog, el nivel ha subido considerablemente, y ello repercute en mi propio disfrute del mismo. Casualidad? o Causalidad?

Atentamente

P.D. odio la palabra casuistica

M€ dijo...

Pero la palabra casuística es una palabra muy suya, Enrico. Además, recuerde que no hay docencia sin displicencia, ¿no?

Anónimo dijo...

yo mas bien diria triste existencia sin docencia, y siento contradecirle pero no es nada mia, yo usaria la motivación que subyace o algo así.

Atentamente

Anónimo dijo...

Las casualidades no existen.
Todo tiene una causa y un origen.
Que te toque la loteria (o el loterio, según gustos) no es casualidad, es que has comprado un boleto.
Encontraste un piso no por casualidad, sino porque hacía calor y decidiste ir a la playa, y ese chico también tenía calor y fue a la playa. Como esta no es muy grande, os encontrasteis, charlasteis y salió el tema de Madrid. El dejaba el piso no por casualidad, sino porque acabó su periplo madrileño, así que su hueco no fue una casualidad.
Las casualidades no aparecen, hay que buscarlas!
Busquemos

PD.: Casualmente recuerdas una cita (a ciegas)??

M€ dijo...

Sí, la recuerdo, pero tendrá que ser casualidad. Mire, señor Punto P. Punto: llámeme cuando desee tener esa cita a ciegas y estaré encantado de citarme con usted y con las casualidades que casualmente sean posibles. Es cierto que, si esperamos a encontrarnos casualmente, lo mismo no llega la casualidad y no nos vemos. A continuación le doy unos datos para que tenga en cuenta mis causalidades:

Tengo examen el jueves 5 de junio. Después, hasta el martes 10 de junio no tengo nada. ¿Le parece una cita razonable el viernes 6 de junio? Espero su llamada, entonces.

Anónimo dijo...

Por cierto, casualmente el jueves 5 de junio viene Jua. Carm. Gir. Gar. y quedaré con él a tomar unas cañas (de chocolate y de crema). Por si por casualidad estás interesado, vamos.
Sino lo estás casualmente te llamaré aun número, a ver si por casualidad es el tuyo.
Casualmente estoy de mudanza!
A que es casualidad?

Ignatius J. Reilly dijo...

Cierto, señor Palaciego. Este blog estaba cada día más afeminado, y digo estaba porque me he visto, como puede usted comprobar, obligado a intervenir para equilibrar un poco la balanza, gracias a mi por todos sabida virilidad e imponente presencia.

Atentamente,

Alexandre.
De profesión, amante
y Coleccionista de cosas bellas.

M€ dijo...

Alexandre, creo que el año que viene compartiremos edificio, suelo, cocina y baño, incluso. ¿Cama? No sém tendrá que ganárselo.

Si, mi blog se está afeminando. De hecho, me han surgido unos tremendos pechos en la pierna derecha. Estoy preocupado, pero disfruto viéndolos.

Atenciosamente

Antonio.
De profesión, aguador
y Coleccionista de latas de Pepsi.

Ignatius J. Reilly dijo...

En cuanto al piso, espero confirmación. Hasta entonces, me guardaré silencio.

Ignatius J. Reilly dijo...

Perdón por el "me".

Anónimo dijo...

Señor jardinero, siempre es de agradecer esos tintes elegantes y certeros que imprime usted a sus trazos de tinta, o a sus unos y ceros, que viene siendo lo mismo. La combinación pisil del año proximo me eriza el bello, creo que tendré que visitarles, yo por mi parte he sido ampliado al mes de julio, con lo que seguiré aqui en Mondragón pueblo de pueblos al menos un mes más, sana envidia en mi proyectais.

Amantisimamente vuestro

Ignatius J. Reilly dijo...

Prudencia, estimado Pereiro, prudencia. Aún no está confirmado el acuerdo pisístico, a pesar de los rumores sobre un precontrato verbal. Quería comentarle, estimado colega, que el próximo viernes 13 me dirijo hacia la capital gallega con pretensiones poco nobles. Allí me reuniré con Lord Manuelle de Lorencis, Rodrigo Díaz de Luis, Daniel "El bello" de Luis, y quizás algún que otro cortesano más. Si le place, únase a nosotros. Será un placer. Al día siguiente me dirigiré a la capital de los olivos, para reposar en alguna posada hasta aproximadamente el viernes siguiente.
No sé si esta información le será útil, pero quizás lo sea para algún allegado que pueda tener usted en la citada capital de Gallaecia, para advertirle de la llegada de tan devastadora fuerza como la del que estas líneas escribe.

A sus plantas,

Maese Escariz, el hombre que subió una colina pero bajó una montaña.

p.d. No comprendo lo de los 1 y 0. ¿Qué relación tiene el código binario con mi persona?

Yaiza dijo...

¿Cuánto tardaste en hilar todas esas palabras hasta darle coherencia? Nada repentino, creo yo. Las cosas pasan por algo. Ya te he dicho que viniste aquí para conocerme, que ya es mucho.

Hace un par de días estaba hecha polvo y me llamaron 3 amigos míos con lo que hacía bastante tiempo que no hablaba. ¿Casualidad por una causa o causalidad por un casual? He dicho.

Las mujeres y Mauro, Mauro y las mujeres, aquí tenemos a todo un caballero

Anónimo dijo...

Querido reforestador, que casualidad, y nunca mejor dicho, pues precisamente ese fin de semana estaré en mi galicia natal, y mi intención era etilizarme en la bella capital del reino, será para mi un placer hacer del encuentro con vuesa merced todo un acontecimiento.

Sinceramente suyo

Yo, primer lord del almirantazgo.

Anónimo dijo...

¿M€ y Morihei Ueshiba compartiendo piso?
Ja
Que casualidad, no?
M€ y Morihei Ueshiba. Los dos empiezan con M.
¿Casualidad?

Anónimo dijo...

M€, que casualidades te esperan mañana por la tarde (que no por la noche)?
Se hace extensibo al señor Covelo

Anónimo dijo...

Con V, lo se, pero soy un ignorante...

M€ dijo...

La tarde de mañana la ocuparé con una caña en mi mano en su compañía, supongo. Quizás también con la de Giriparvo y la del Caballero Escariz, ¿quién sabe? Espero llamadas en mi celular.

A lo mejor mi cuerpo se dirige a la capital gallega por esas fechas. Confirmaré el dato próximamente.

Angustiosamente vuestro.

Anónimo dijo...

Hoy, por primera vez, lo visito, señor M€. Por casualidad, claro. Aunque cada vez creo menos en ella y más en su casi hermana la causalidad. Cosas del escepticismo y de las casualidades de mi vida...

Ignatius J. Reilly dijo...

La parte casual de la primera parte es la parte causal de la segunda parte.

Anónimo dijo...

casualmente, soy un tio casual. jajajajajaja!!!

M€ dijo...

Ah, entonces conocerás al locutor de la SER, Javier Casal, ¿no?

Ignatius J. Reilly dijo...

Basta ya, por favor, que nadie vuelva a escribir vocablos de la familia léxica de las palabras "casual" o "causal".

Anónimo dijo...

Pues serña casualidad o no, pero los viernes suele vestirse de "casual", ¿o era de causal?
Casualmente no me acuerdo.

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