Semanas decisivas estas últimas para el futuro de dos mundos: el real y el del fútbol. Por un lado, un negro (más o menos) llega a la Casa Blanca para sustituir a un blanco que dejó todo muy negro. Por otro, el mundo del fútbol se conmociona con la llegada de su Dios particular (D10S) al banquillo de su selección nacional. En manos de ambos, cambiar las cosas de sitio. Es como si tu casa no te gusta y le cedes el protagonismo a un fulano de esos que te redecora tu hogar. El resultado, se supone, será mejor.
Por lo menos en el caso de Obama. Es cierto que el pobre las va a pasar canutas para reconstruir dignamente lo destruido por Bush, pero ya ha tomado un par de decisiones de las que no necesitan la aprobación del Congreso que están en la dirección opuesta a las que había tomado Geroge W.... un alivio sí que es, al menos. Las decisiones se refieren a temas como las células madres y las perforaciones petrolíferas (en contra de las que se manifestaron los ecologistas), que no parecen temas de importancia mundial, pero sí son una declaración de principios.
Yo, Dios (D10S) no lo quiera, no le doy mucho tiempo en el gobierno a Obama. Vamos a ver, señores: negro, demócrata y el nuevo Kennedy... atando cabos se llega a la respuesta. Y más en un país donde presumen de libertades, y de la que más presumen es de la de poder llevar un arma para protegerse. Si un Bush de otro país se enterase de esas armas de destrucción masiva, estaba claro: invasión a los EE.UU.
En el caso de Maradona (D10S), es imposible saber qué va a pasar. Decía Santiago Segurola hace unos días que no tenía claro si Maradona era una metáfora de Argentina, o Argentina la metáfora de Maradona. Supongo que un poco de todo; el país que idolatra a su D10S más imperfecto y el humano más imperfecto que más siente su país alborotado. La cuestión es que, pase lo que pase, Él no va a bajar de su altar. Se caerá por la borda el Diego hombre que engorda y consume toda clase de drogas o dispara a un periodista con una escopeta de balines, caerá por los peldaños de su gran escalera hasta el suelo. Pero Maradona, D10S, será para los argentinos lo que ha sido hasta ahora; una referencia (mala, pero una referencia) en su día a día. Seguro que se repiten imágenes de cientos de personas concentradas debajo de la ventana de la habitación en la que está igresada; seguro que se repiten los gritos en La Bombonera de "Marado, Marado...".
Y es que puede que no cambie el irregular rumbo de una selección argentina en crisis (que yo lo veo chungo... o no), pero su imagen, ya distorsionada como su oronda figura de hace años, no sufrirá alteraciones en su país. Es como en España Chiquito de la Calzada: ya nadie le reía las gracias, pero generaba cariño entre la gente, como un perrito sin su patita.
Venga, que todo depende de un americano y de un argentino... que alguien nos coja confesados.
Casualidades
Hace 2 años
11 comentarios:
Santiago Segurola no existe. Es sólo un ente ectoplásmico que vive en la M de Marca y en la S de Marcarradas.
Muy interesante la opinion sobre Obama, sobre todo porque coincide con la mia. Confío en que Dios (el de ahi arriba) le proteja. Ojalá le proteja la cabeza en todos los sentidos. Amén
Notición: me acabo de enterar de que Obama es negro. Es increíble, lo que hay que oir...
Me indigna que copiaran nuestro "podemos" para apoyar la candidatura de ese negro. Amén, hermano.
¿Cómo? Espera... ¿Maradona es presidente de los Eh.Eh.Uh.Uh?
Ah.Ah.Noh.Noh. Ya lo entendí. Uno le regaló al otro una bombonera, no sé si para evitar un tiro en la cabeza. ¿Y Fidel Castro qué opina de todo esto?
Ah.Ah.Noh.Noh. Ya lo entendí. Uno le regaló al otro una bombonera, no sé si para evitar un tiro en la cabeza. ¿Y Fidel Castro qué opina de todo esto?
Perdón. Lo repetí. Ay.Ay.Uy.Uy
A mí me gusta andar de pelo suelto, y así poder barrer el suelo.
Perdonad es que no entiendo de Fútbol.
Trescientos millones de euros. Más que el producto interior bruto de Filipinas, Nigeria o Hong Kong. El presupuesto de Ceuta para el año 2009. Lo que ha destinado el Gobierno a la compra de suelo para la construcción de vivienda protegida. Las pérdidas del BBVA con el caso Madof…
Esa cantidad, trescientos millones de euros, es lo que se ha gastado Ramón Calderón en sus dos años y medio de mandato. Cien millones menos de lo que invirtió en fichajes Florentino Pérez en sus seis años de mandato.
Zidane(70), Figo(60), Beckham(36), Ronaldo(45) fueron los fichajes estelares de Florentino y costaron algo más de doscientos millones de euros los cuatro.
Calderón ha destinado gran parte de ese dinero a los fichajes de 22 jugadores. Entre ellos, Robben, que ha tenido un lastre en forma de lesiones, Pepe, un central por el que el Real Madrid pagó 30 millones de euros, Marcelo, Drenthe o Van Der Vaart, el plan B del equipo blanco este verano y del que ya se dice que podría ser el próximo en abandonar el club ante su flojo rendimiento.
Además, el banquillo del Bernabeu ha supuesto 14,5 millones de euros por los finiquitos de Capello y Schuster. Ni el resultadismo italiano ni el “fútbol de excelencia” se que anunciaba con el alemán han tenido continuidad.
Y por el camino han quedado las promesas iniciales de Kaká y Cesc y el culebrón del pasado verano: la llegada de Cristiano Ronaldo, por el que estaba dispuesto a pagar hasta 120 millones de euros.
Los últimos en aparecer, Huntelaar y Lass, han costado otros 40 millones y sólo uno podrá jugar Liga de Campeones. Que Calderón prepare la calculadora, porque este verano anuncia más millones para gastar…
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