Decálogos

Dice la RAE (cojunto de señores pasados de fecha que deciden qué y cómo es cada palabra) que un decálogo es el conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios. Vale; todos sabemos que los mandamientos eran veinte pero que al amigo Moisés se le cayó una de las tablas y se quedaron en diez. Esa es su primera acepción. La segunda, un conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad.

De diez palabras se pasó a diez normas, a diez mandamientos. Y siempre con un fin, el de ordenarnos un poco la habitación, que la solemos tener hecha un desastre, con montañas de ropa sobre la silla y los zapatos debajo de la cama.

El último decálogo al que he tenido acceso (después de los del buen estudiante o los del buen periodista, por ejemplo) me lo encontré encima de la mesa de Varadero. Varadero es un local con su terraza veraniega en Montero Ríos, al lado del puerto de Vigo. Allí, sobre la madera, un plato negro sostenía un pequeño cartón doblado; dentro, un papel con la cuenta a pagar: dos cervezas. Al recoger la cuenta, el cartón guardaba un texto que decía:

"VARADERO te dá 10 claves para disfrutar un poco más de la vida".

A continuación, el decálogo que desde ese local hacían llegar a sus clientes para eso, para disfrutar un poco más de la vida. Comencé a leerlo pensando quién habría sido el que se había decidido a aconsejar al mundo (o a los afortunados clientes que habían elegido entre otras tantas su terraza). Ahí van:

-Date un capricho, por pequeño que sea. Vale, vale, vale. Vamos a ver: entiendo que se lo están diciendo a los que están pagando la consumición, que nos estamos ya dando el capricho de invertir un euro ochenta en la caña, así que es obvio que este consejo sobra, porque está incorporado casi a los números que contenían la cuenta.
-Comparte tu vida con alguien que te quiera. Bueno, este tampoco es que sea un gran descubrimiento. Se supone que te recomiendan una obviedad, porque compartir tu vida con un cabrón/a que te amargue la vida (aunque diga que te quiere, que lo hará seguro) no te da la felicidad. Nada, tampoco aporta mucho porque está asumido desde que empiezas a maquillarte con 15 años (o menos) para ligar. Las chicas, lo mismo.
-Acepta a las personas como son. Este no me gusta demasiado. Que sí, que es de buenas personas aceptar a la gente como es, pero nunca he estado de acuerdo con el típico "déjalo, es así y hay que aceptarlo". No, no y no. Si es un gilipollas, pues no lo aceptas; no lo matas, pero no tienes por qué aceptarlo. Este punto me parece que lo escribió para que aceptásemos al que lo hizo por ser así.
-Haz el amor regularmente. Este se sale de la línea de los anteriores. Si dependiese de uno mismo, pues vale, lo acepto, pero no es así. Salvo que haya dinero por medio no puedes utilizar esto como una regla para ser más feliz porque depende de segundas (o terceras...) personas. Vale, tachado también.
-Dedica tiempo al descanso. Demasiado fácil. Que me lo digan a mí, genial, porque yo lo hago, demasiado, incluso. Pero esto lo lee una persona que trabaja catorce horas diarias para cobrar un sueldo mínimo y le escupe la cerveza al autor de la guía de referencia para ser super feliz (como Belén Esteban ebria en un aeropuerto).
-Que la música te acompañe. Estaría de acuerdo si no me pareciese una copia de la frase manida de la Guerra de las galaxias, "Que la fuerza te acompañe". Además, ¿qué música? Si te acompaña el 'No cambié' de Tamara, yo creo que feliz, feliz, no vas a ser. Y alguien dirá: "Pero eso no es música". Mmmm, vaya, touché.
-Disfruta de las pequeñas cosas. Otra frase manida que diría cualquier persona que haya estado al borde de la muerte. "Sí, ahora valoro las pequeñas cosas de la vida: el canto de un pájaro, el vuelo de una mariposa, un caniche...". Vaya, que hace falta haber estado muy cerca de morir para decir esa frase, y eso no creo que te haga muy feliz.
-Celebra todas tus fechas especiales. Perdona, pero eso no hace falta que lo recomiendes, porque para cumpleaños, navidades o cosas así, todos están al loro para recibir un regalo. Así que impulsando al materialismo, ¿no? Sí, además lo celebraré en Varadero... Yo, a partir de leer esto, celebraré el día que Ramoncín se operó la nariz. Fue super especial para mí.
-Comparte tu cariño, y da besos, abrazos... Que no se pasen, que el sobeteo puede ser incómodo. No sé, no me imagino a alguien por la calle dando abrazos con un cartel que ponga "Abrazos gratis". O sí...
-Sal con los amigos, pasea por la ciudad, el campo, o tómate algo con nosotros. Ahí está, el número diez, el de Dios, el de Maradona. Ahí aparece la base de este truco, el fin mercantil de esta pérdida de tiempo. Incluye tres planes que no le cabían o que le sobraban, pero lo cierra, como quien no quiere la cosa, con el tópico del bar: eh, tómate algo que serás más feliz.

Eché en falta más tópicos, como "sonríe", "baila hasta el amanecer", "sé buena persona". A mí, por lo menos, no tienen que darme diez claves para disfrutar de mi vida, o por lo menos que no me los dé un negociante al que no conozco y al que le importo poco; un euro ochenta, más o menos.

El cartoncito terminaba con esto: Ahora puedes, (esta coma viene tal cual, no la he puesto yo...) guardar esto para recordar estas sencillas cosas que a veces se nos olvidan, hacer dibujos mientras los demás pagan, o por último, tirarlo a la basura... Y recuerda, gracias por vuestra visita. hasta la próxima! (la minúscula después del punto y la exclamación únicamente final también viene así).

Al terminar de leer no sé si era más feliz o más consciente de qué hacer para serlo. No hice dibujos, no lo tiré a la basura. Lo guardé, pero no para recordar nada, sino para tenerlo delante al escribir esto.

Para eso, me quedo con las palabras. Y para palabras, me quedo con esta canción de Marwan, "Palabra por palabra".



Suerte.

8 comentarios:

Yaiza dijo...

A mi me dan rabia los hombres barbudos que se ponen en el centro de la plaza a gritarle a la gente, con un crucifijo en la mano: "No hagan el amor, ¡eso es pecado del diablo!". Ese tipo de personajes debería meterse en sus asuntos y hacer mucho el amor (¿ves? todo el mundo da consejos)

Veeeeeeenga!

Pd. Por cierto, te aconsejo que revises la primera frase de tu texto (te comiste una "n", a no ser que quisieras escribir "cojunto" y no "conjunto").

M€ dijo...

Quería decir "cojunto", que se refiere a la acción de cojutar o desarrollar jutos con la ayuda o compañía de otros. En su segunda acepción, dícese del artefacto que artefacta.

Los textos no se revisan. Ni se corrigen.

Yaiza dijo...

Solo te digo 2 palabras: Periodismo Internacional.

plplplplplplplpl dijo...

Interesante.
Yo en cambio para ser feliz quiero un camión

Diebelz dijo...

Para tener que oír a Tamara o ser feliz con un caniche (cosa que puede lindar con lo "raror"), prefiero también la canción de Marwan. Habría que hacer una hoguera con los libros de autoayuda y consejos...hmm...igual lo hacemos en esta noche de San Juan...

Salu2 !

Enrico Palazo dijo...

Conclusión:

Definitivamente el mundo sería mucho más gris si no existiese la cerveza.

Atentamente

M€ dijo...

Sin tele y sin cerveza, Mostaza pierde la cabeza.

Alnitak dijo...

¿y por qué siempre te escaqueas para no ir con nosotras a ver a Marwan?

Déjate de decálogos, que como ves no me importan mucho, y deja ya de darnos largas...

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