El Señor Gutiérrez

Ay, señor Gutiérrez, que cosas hace. A veces parece que es usted otra persona, como si José Luís Moreno le metiese la mano por el culo y le dijese lo que tiene que hacer o que decir en cada momento. Aun recuerdo cuando le vi por primera vez: corría el año 95 y un señor argentino le dio la alternativa haciéndole entrar en la empresa para trabajar unos minutos contra una empresa de Sevilla. El señor Gutiérrez era como una niña. Una niña, sí. Delgadito, poquita cosa, rubito y afeminado, llevaba una melenita rubia como su ídolo, el señor Redondo, que le hacía parecer un niño entre hombres de bigotes y barbas.

El señor Gutiérrez trabajaba duro, pero no era muy bueno. Era el típico tirillas que en su universidad era un rey, pero que en el mercado laboral de la realidad no conseguía que nadie confiase en él. Quería ser mediocentro, de esos que construye el juego de la empresa y retiene poco los cueros, que siempre da la salida correcta, ya sea a dos metros o a treinta. Pero allí no triunfaba; otros señores le tapaban los huecos que tenía para ser dominador de céspedes verdes, y los jefes le tenían por eterna promesa.

Más tarde, el Señor Gutiérrez cambió. Un señor de bigote, en vez de pasar de él, decidió ascenderle en el trabajo que tenía: su misión era, en esos momentos, finalizar el trabajo de sus compañeros. Se había convertido en la pieza final de un engranaje caro al que se le exigía mucho. No lo hizo mal, el señor Gutiérrez, no. Cinco temporadas después de su debut, cinco años después de ser una chica en un mundo de pelos recios, se había convertido en un finalizador. Ahora usaba la cabeza para otras cosas que no fuesen sólo llevar peinados de estrellas del pop o de la pasarela: la utilizaba para hacer el trabajo que le había encomendado su jefe de bigote, y él remataba todo lo que le llegaba, a veces, incluso, con los pies.

Luego todo volvió a ser lo de antes. Un chico gordito con dientes de conejo llegó a la empresa y el señor Gutiérrez veía el trabajo de sus compañeros desde un banco. A veces salía con los demás a trabajar, pero ya no era protagonista de la cadena de montaje de la empresa.

Un día casi se va de la empresa. Una empresa cercana, la rival de toda la vida, le hizo una oferta para que fuese el distribuidor del cuero allí, pero el señor Gutiérrez la rechazó y dijo que quería seguir en la empresa de siempre, por no cambiar, supongo.

Entonces, sin que nadie se diese cuenta, aquella chica de melenita, aquel cantante de grupo pop se convirtió en uno de los jefes de los trabajadores. Trabajaba mucho y muy bien, incluso fue a trabajar alguna vez con otros españoles para la misma empresa, o a hacer unos cursillos todos juntos. Lo malo es que cuando había cursos de aquella empresa importantes o divertidos él no iba. El jefe de aquella empresa que reunía a los españoles que mejor trabajaban no le llevaba porque decía que no era necesario.

Hoy en día, el señor Gutiérrez se dedica a hacer huecos en empresas rivales. Recoge todo el cuero que ve por el cesped y se lo envía a sus compañeros de trabajo para que lo metan en una red. El domingo pasado, sin ir más lejos, hizo varios envíos que acabaron en la red de la empresa rival, y ahora todo el mundo le quiere. A veces se olvidan de que el señor Gutiérrez actúa como la niña de melenita de sus primeros años, y que se queja o insulta al hombre que vigila el tráfico de cueros entre las empresas; otras veces no hace ningún envío, ni siquiera los remata con la cabeza o con los pies. Es que algunos olvidan que, como todos los grandes trabajadores que no son genios (porque si fuesen genios estarían fijos en las empresas cobrando millonadas), es muy irregular: lo mismo te hace diez envíos en cinco minutos que se sienta en su mesa y se pone a leer una revista o a romper el mobiliario de la empresa. También hay gente que dice de él que, cuando trabaja todo el día, no es lo mismo que cuando se exprime en media hora, igual que su amigo en la empresa, un tal señor González Blanco.

A mi me gusta el Señor Gutiérrez. Es muy guapo. Espero que pronto vaya a la empresa esa de los mejores trabajadores españoles, pero espero que no lo haga sólo por haber hecho algún envío bueno en una jornada de trabajo.

Pues eso, que el señor Gutiérrez tiene unas cosas...



Conversación robada a Almudena
Cardeloya, de 78 años y secretaria de la empresa donde trabaja el señor
Gutiérrez

18 comentarios:

Ignatius J. Reilly dijo...

Guti selección

Anónimo dijo...

No compro pan.

Anónimo dijo...

la historia de ese tal gutiérrez me recuerda a la de guti, el del madrid

Enrico Palazo dijo...

A mi no me cae bien, y tampoco me parece nada del otro mundo, más alla de algun momento puntual, magnifico eso si, en cualquier caso has escrito esto despues de ver el blog de nuestro amigo gulindalf.

Atentamente

Anónimo dijo...

Si escribes en el buscador de google Almudena Cardeloya sólo aparece una entrada: este Blog. ¿Nadie más se llama así en el mundo? Diablos, qué extraño.

JAIME GULÍN dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JAIME GULÍN dijo...

Guti selección. Lo malo es que si lo llevas a un mundial y el primer partido está ausente y el segundo se autoexpulsa, ya no te dan ganas de llevarlo más. Me imagino.
Creo que a partir de ahora va a jugar en las segundas partes una vez que Emerson y Diarrá desgasten el medio campo de los rivales. Guti es muy util cuando hay espacios y el partido está abierto, porque ve muy bien el fútbol. Sin duda es el mejor futbolista del Madrid, y seguramente uno de los más técnicos que vi en mi vida, pero, qué es lo que pasa por su cabeza??? Seguramente no lo que tiene Raúl, por eso cada uno ha llegado a donde ha llegado

JAIME GULÍN dijo...

el comentario lo suprimí yo xq puse el mismo dos veces sin querer.

Anónimo dijo...

Guti es muy guapo pero yo reivindico a torres ese lateral que ha surgido de la nada en el madrid.moreno,fuerte,correcto sexy,peinado molon (muy muy de jalador) y sonrisa profident.no cabe duda guti tiene mas toque mas vision de juego,pero lo cierto es que no puede ser titular porque se le va la olla.guti seleccion,torres cachondo,mauro megacachondo

PD:no eres raro eres especial!

Enrico Palazo dijo...

Estoy en total acuerdo con ginolala, torres, preciosista y precioso, esta en el top 5 de bellezas de esta liga.

Atentamente

M€ dijo...

Mierda, me he dado cuenta de que los post dedicados al fútbol son casi todos del Madrid o de jugadores guapos del Madrid. Espero no estar convirtiéndome al madridismo sin saberlo, sería muy duro. Aunque que el Madrid tenga a jugadores guapos hace que ni piense en otros equipos...Torres, cachondo de aire gitanillo.

Ignatius J. Reilly dijo...

muy mío Torres, aunque yo soy más alto

Anónimo dijo...

Muy alto Torres, aunque yo soy más mío.

Anónimo dijo...

Pues hoy lo he puesto desde el principio y no me ha funcionado... Gutiérrez (Guti para quien sea tan anormal que no ha pillado el simbolismo en el Blog) es sólo un revulsivo. No es Zidane. Vale para los últimos 30 minutos. De titular es igual que hacer caca en el portal de la casa de tus sbuelos una noche después de salir que estás perdido y no sabes ni dónde estás (...)

M€ dijo...

No sé por qué todos hablais de Guti, la verdad.

Anónimo dijo...

Hola M€, cómo piensas volver a la ciudad? (Si viajar de Madrid a Vigo es volver a la ciudad). Lo digo porque el viernes tengo que ir a la embajada de USA en Madrid y es probable que lleve el coche. Otra opción es coger un tren con coche cama y practicar el sexo.

M€ dijo...

Aunque la opción del coche cama + sexo, ya tengo billete de avión desde hace tiempo. Además vuelvo el miercoles 16 a Vigo, ya que el 17 es festivo en Getafe (creo que es el día de las letras getafenses). Ten cuidado en la embajada que no te hagan un tacto rectal.

Anónimo dijo...

Me parece sorprendente que nadie haya mencionado todavía que Guti se folló a Bibiana Fernández, así aprendió a meter esos pases.

Guti es sinónimo de magia y calidad igual que Sergio el del Depor,tiene la clase de diez hombres y su pelo huele a golosina.

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