Justicia


"¡Justicia!", gritaban cientos de personas a las puertas del juzgado. Pancartas, cánticos y un ambiente irrespirable. ¿A quién le pedían justicia? Pues a los jueces, supongo. O al Estado. Más bien, la justicia se la piden a los jueces, y al Estado le piden responsabilidades: que actúe en consecuencia, bien endureciendo las penas, bien cubriendo de manera económica los actos de un tercero. Pero esta justicia está (y más hoy por hoy) demasiado manida ya. Demasiadas protestas, demasiadas personas indignadas y mucho desconocimiento, como siempre.

Por eso, pienso en otro tipo de justicia. La justicia entendida como la correspondencia entre los actos y sus consecuencias en el día a día. No existe un castigo propio para amortizar esa justicia. Ese es el problema. ¿Quién no ha conocido a una buena persona que en ese día a día sufre las mayores injusticias? Y viceversa, no es difícil pensar en un idiota que todo le sale rodado. "Ya lo pagará", pensamos, ignorantes y crédulos. Yo digo que no. Igual que la justicia como reflejo del orden estatal falla y muchas veces comete errores, la justicia del día a día es, paradójicamente, injusta.

Supongo que, impulsados por nuestra cultura religiosa, pensamos que hay que ser buenos con todo el mundo, poner la otra mejilla, no ser envidiosos... y si cumplimos todo lo bueno, todo nos saldrá bien. Claro que, cuando las cosas se tuercen, pensamos: "Pero ¿que he hecho mal?". Pues seguramente nada, amigo. Lo que pasa es que jamás alcanzaremos la justicia, ni la que nace de las leyes y del Derecho ni la que buscamos día a día.


Y así pasamos los días. Además de caer en falsas bondades con los demás, perdemos el tiempo en tratar de ser lo que pensamos que debemos ser. Y en estos intentos, perdemos de vista las cosas importantes. Yo ya dije aquí que no tengo punto medio. Si lo tuviese sería porque creería en la justicia y pensaría que desde esa mitad imaginaria podría estar más cerca de lo correcto. Es evidente que no estoy en el punto medio y por ello me sitúo en las zonas de mi espacio desde las que se pueden llevar a cabo las acciones que se acerquen a la justicia. Pero no entendida como un ideal, sino como algo material y que se enfoca hacia los que yo creo que se merecen que se haga justicia.


Lo admito, arruinaría la vida de una persona que no se merezca por sus actos nada más que eso, que la ruina. Sería justo, pienso. En cambio, cedería ante cualquiera que se lo merezca, que actúe como debe en cada situación.


No haré yo justicia, pero no os engañéis, nadie la hará.


Mal día hoy ¿o qué?

12 comentarios:

Alnitak dijo...

Eso mismo iba a preguntarte: ¿mal día?

Gutx0 dijo...

No es lo mismo hacer lo debido por convicción de hacer lo correcto y querer hacerlo, que hacer lo que la gente cree que es correcto, por pensar que así te van a pasar cosas buenas.
Por si alguien no me entiende, lo cual no sería nada difícil, no es lo mismo hacer cosas buenas saliendote del corazón, que hacerlas por ser lo que la gente entiende por actuar correctamente en una determinada ocasión.

PD: "Haz el bien y no veas a quien". Proverbio Mexicano

Anónimo dijo...

Malo, malo cuando esperas que alguien te dé una palmadita en la espalda cuando haces lo correcto. De todas formas, querido Meuro, no conozco a nadie que haga lo que cree correcto siempre. Todo el mundo tiene un talón de Aquiles.

El otro día intentaron robarme y pensé: "cabrón, ojalá des la vuelta a la esquina y algún policía te meta en la cárcel". Sí, claro. Ahora sólo me queda respetar la frontera de la libertad de otros, ya ves, y tan contenta.

Feliz día!!!

Elena Guevara dijo...

Pues yo creo que hay que ser bueno con uno mismo, (no confundir con ser egoista, aunque también un poquito) y, justicias poéticas aparte, es cierto que igual que la violencia engendra violencia, la bondad genera bondad, pero -de acuerdo totalmente con gutx0, que no sé quien es- bondad de la tuya y no de "lo que se supone que está bien". Romper esquemas es lo mejor del mundo, y romper prejucios e ideas preconcebidas, además ¿qué coño es el bien? Quien lo sepa que levante la mano...

M€ dijo...

Joder, que frustrante. No habéis entendido nada o lo habéis entendido mal o al revés, que no sé lo que será peor.

Que injusto.

Anónimo dijo...

Yo también sería capaz, creo, de arruinarle la vida a alguien que se lo mereciera, quizá ni siquiera dudaría. Pero, cómo puedo saber que realmente es justo lo que hago, cómo puedo calibrar o juzgar hasta qué punto la medida tomada para hacer justicia es ciertamente justa. Quizá desde mi verdad lo sea, pero, ¿acaso mi verdad es la verdad absoluta?
Dkdnt

M€ dijo...

Buenas, Decadente (sí, Decadente, ¿qué pasa?). Es que la cuestión no es que tu verdad sea la absoluta, sino que es la tuya, y según ella debes de actuar, no guiándote por "lo que está bien" o cosas así. Tú lo has entendido un poco mejor.

Elena Guevara dijo...

Pues eso es lo que he dicho... anda que viene un/una anonimucho/cha y le haces la pelota dando la espalda a tus amigos... serás decandente! (guiño de ojo)
Nada en la vida es justo, y de justicieros están los poderes llenos... (mira, me he inventado un refrán)

Anónimo dijo...

Chacho, si cada uno actuara según lo que cree que está bien, amigos, apaguen las luces y vámonos. Porque sería un absoluto caos. No creo que nadie tenga la potestad de tomarse la justicia (o la injusticia) por su mano. Cuando siento rabia y me da por pensar que si pudiera torturaría a un violador, por poner un ejemplo, me siento fatal, tú.

El arte es así Mauro, algunos no saben qué es lo que realmente quiere expresar el autor de la obra y lo interpretan a su gusto. Ay, artista!

Anónimo dijo...

Bueno, vale, Decadente. El caso es que siempre he actuado bajo mi propio criterio porque si es el que he escogido es porque considero que es el acertado, el más justo, si cabe. Una vez hablé con una buena amiga de la pena de muerte, de todo aquello que consideraríamos justo o no, y al final, la conclusión es que al estar la justicia en manos de gente cuyos valores no responden en absoluto a nuestra idea de la justicia, la aplicación de la misma se convierte en algo terriblemente peligroso.
Es verdad, que a pequeña escala, seguiré actuando bajo mis valores, intentando ser lo más fiel a mis principios que pueda. Eso no quita que pueda equivocarme. Por eso, tal vez deberíamos atender más a las razones de otros, aunque luego las desechemos como "no válidas".
Un saludo desde la decadencia!
Dkdnt

Anónimo dijo...

Yo sólo digo que paradójicamente se escribe con "j".

M€ dijo...

Ya, es paradógico que me equivoque justo ahí, ¿no? Es que me justa combiar la "g" por la "j".

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