La primera semana ya ha pasado. De hecho he esperado a que pasase esta primera semana y no ir escribiendo un post diario, porque os tragaríais miles de tonterías. En cambio ahora, con la vista general de mi semana, seguro que pensais que todo es guay y eso. Digamos que he puesto un filtro donde se han quedado las nimiedades y las tontás, aunque alguna seguro que paso el filtro. Digamos que he utilizado mis conocimientos periodísticos para hacer este post...bueno, la verdad es que no.
Mi semana arranca un lunes. Me levanto a las 9 de la mañanita para estar un poco antes de las 11 de la mañana, horario en el que empezaba mi jornada universitaria, en Getafe. El viaje es, entre pitos y flautas, que si andas, que si bajas, que si esperas, de una horita o algo menos, dependiendo de la suerte que tengas con los horarios de metros y cercanías. Mi itinerario es este:
- Salgo de mi casa.
- Bajo una calle(Pablo Iglesias, para que os vayais familiarizando) hasta la boca del metro,parada Guzmán el Bueno.
- Bajo infinidad de escaleras hasta mi andén y me monto en el metro(si está).
- De Guzmán el Bueno voy hasta Nuevos Ministerios(2 estaciones) y allí me desplazo hasta la zona de cercanías.
- Cojo un cercanías que me lleva hasta Atocha.
- En Atocha cojo otro cercanías que me lleva hasta Getafe. Mejor dicho, hasta la Universidad.
Y así hasta el viernes. Y de vuelta otro tanto. Aunque parezca mentira se hace bien el viaje, sobre todo porque no tiene mucho metro, que es lo peor, y los cercanías no suelen ir muy llenos y siempre puedes ir sentado. Lo peor son los martes, que tengo clase a las 9 y me tengo que levantar a las 7 de la mañana; una hora que, aunque no os lo creais, existe. Hay vida a esa hora. Hay gente que lo hace muchos días. Hay gente que incluso se levanta antes. Es una hora, la hora de los valientes. El problema es que yo no soy valiente y termino el día muerto por la calle o en el portal.
A lo que iba. El lunes fueron presentaciones, tanto por la mañana como por la tarde, pero cometí el error de volverme a Madrid a comer, por lo que me tragué 4HORAS de viaje inútiles. Lo sé, soy imbécil, pero es lo que hay.
Del resto de los días no hay mucho que contar. Más presentaciones de asignaturas, todas con pinta de interesantes(las asignaturas), y la gente de mi clase, todos en mi misma situación, es decir, una carrera acabada o semi-acabada que hacen el segundo ciclo de periodismo porque les gusta o porque le da la gana, parecen buena gente. Ellos ya son amiguitos todos y se dan los móviles. Yo, en cambio, me limito a relacionarme de manera esporádica con gente. Salvo ayer.
Resulta que ayer por la mañana no había clase. Yo no me enteré porque lo avisaron por Internet y la verdad es que ni entré en la página de la Universidad desde el martes. Así que allí estaba yo...y cuatro pardillos más. Al final me fuí a tomar un café con dos de ellos, una canaria y un venezolano y se convirtieron, por defecto, en mis dos nuevos amiguitos.
Al margen de la Universidad(mucho mejor en casi todo que la de Santiago) y de los viajes, a los que ya me voy acostumbrando, no hay mucho más que contar. De Madrid he visto poco, y espero este fin de semana y el puente de Octubre aprovechar para madrileñear un poco.
Por cierto, aquí los programas y fotocopias de clase y ese tipo de cosas NO se dejan en la Fotocopiadora de la facultad, no. Se dejan en REPROGRAFÍA...JAJAJJA que imbéciles. Quién es el paleto ahora, eh? No sé a qué ha venido esto. Perdón.
Besos madrileños y miniperiodísticos.
2 comentarios:
Adelantándome a Lord C; la venezolana está buena? Te la has beneficiado? El canario es simpático?
La rusa no está buena y el canadiense es un poco soso, pero es lo único que he podido conseguir.
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